La Newsletter vuelve una semana más. Ha estado guay en estos últimos días de baja por enfermedad el tiempo dedicado a uno mismo, especialmente leer como hacia tiempo que no sucedía. Este viernes me ha dado por hacer algunas recomendaciones sobre mi Imperio Romano: Los mundo postapocalípticos. Realmente me chifla andar por el verde y ver la naturaleza llena de vida, pero tengo fascinación por leer/ver/escuchar historias de gente que se lleva a matar por los recursos en mundos devastados: Mad Max, The Walking Dead, The Last of Us… Aquí os dejo tres ejemplos de relatos que me han gustado mucho.
Amor y muerte en el Yermo
A raíz de que uno de mis mejores amigos está actualmente inmerso en Berserk, la obra maestra de Kentaro Miura cuya popularidad continúa siendo universalmente vigente, me dio por comenzar a leer uno de los mangas que, en sus propias palabras, han influido al maestro japonés: Hokuto no Ken (El Puño de la Estrella del Norte). Escrito por Buronson y dibujado por Tetsuo Hara, este manga ha influenciado auténticos hitos del género como Dragon Ball de Hirohiko Araki, Jojo’s Biazarre Adventure, así como videojuegos como Double Dragon y Street Fighter. También es el anime favorito de John Cena.
El Puño de la Estrella del Norte narra la historia del errante Kenshiro, un luchador que vaga por un mundo arrasado tras la Tercera Guerra Mundial desfaciendo entuertos cual llanero solitario. Sus principales víctimas son los muchísimos maleantes de este mundo claramente influenciado por Mad Max: Caudillos, señores de la guerra, saqueadores, esclavistas… Nuestro protagonista es el maestro del Hokuto Shinken, un arte marcial que consiste en presionar los meridianos del cuerpo del oponente… y hacerlo estallar desde dentro con sangrientos resultados. El único propósito de Kenshiro en esta vida es dar con su amada Julia, que ha sido secuestrada, y para ello contará con la ayuda de un granuja llamado Bat y una niña llamada Lyn.
Pese a dejar hechos a sus enemigos un amasijo de sangre y vísceras, Kenshiro no es un hombre dominado por la violencia y la locura. Su principal motor es el amor: El amor que siente por su novia, el amor que siente por sus amigos y su desinteresada intención de ayudar a los débiles. Alguien que tampoco duda en llorar ni un ápice al ver a un camarada caído y es que aquí no hay hueco para la masculinidad tóxica. También reflexiona sobre las miserias del ser humano en tiempos de crisis: en cómo se logran los objetivos uniendo fuerzas y no yendo por separado. Si te gusta el aroma ochentero, las buenas peleas y el género postapocalíptico, es una joya que se tiene que leer si o si. Me extraña que todavía Netflix, tan aficionada a los remakes de animes últimamente, no haya anunciado uno todavía.
En España siempre ha estado complicado lo de poder acercarse a esta obra hasta tiempos recientes. Planeta Cómic ha publicado desde 2019 toda la obra en una edición de 18 tomos, que está bastante bien a nivel de calidad/precio. También podemos acercarnos al último videojuego de la saga Fist of the North Star: Lost Paradise, título de los creadores de la emblemática franquicia Yakuza, con todo el humor y acción que la caracteriza, así como absoluta fidelidad con la obra. Actualmente está a solo 5 euritos de nada en la Playstation Store.
Al final solo nos queda la carretera
El mejor cómic que leí el año pasado fue La carretera, de Manu Larcenet, publicado en nuestro país por Norma Editorial. El autor de Blast o Los combates cotidianos abordó la adaptación a las viñetas de la novela homónima de Cormac McCarthy. Según el autor, McCarthy es bastante reticente a las adaptaciones de sus obras, tienen que convencerle. Y si originalmente ya costó que se diera luz verde a la película protagonizada por Viggo Mortessen, Larcenet contó en una entrevista para El País que le presentó el proyecto a McCarthy como si de una entrevista de trabajo se tratase: quién era él, sus proyectos previos y como pretendía abordar la obra. Y el resultado ha sido optimo.
Para quién no esté familiarizado, La carretera nos trae a otro mundo postapocalíptico. En este caso el medio ambiente se ha ido al infierno por una continúa y perpetua caída de ceniza. Una vez más, el mayor monstruo es el ser humano, al que tendrán que sobrevivir nuestros protagonistas: un padre y su hijo que buscan llegar al sur de Estados Unidos. El padre piensa que el clima más cálido hará más soportable las condiciones de vida, pero el camino es largo y plagado de saqueadores, caníbales…
Si en Hokuto no Ken, pese a su violencia extrema, brillaba el optimismo, aquí no hay lugar para el mismo. Larcenet no se corta en mostrar el lado más bajo del ser humano, en un blanco y negro muy sucio. Su trazo es diferente en esta ocasión: más sombrío, más realista, ideal para un mundo de monstruos obligados a ser así únicamente por la necesidad de supervivencia. Una obra maestra que no es fácil de leer, pero altamente recomendable y que, desgraciadamente, al igual que novela original, dura demasiado poco. Tan corta como la esperanza de vida en este universo cruel y terrible.
Kill Logan
En el Universo Marvel el relato postapocalíptico por excelencia es El Viejo Logan. Se trata de un arco argumental escrito por Mark Millar (creador de franquicias de éxito como Kingsman o Kick-Ass y artífice de epopeyas de la editorial como Civil War) e ilustrado por Steve McNiven, que nos trae a un futuro lejano donde los supervillanos se han hecho con el control del mundo. Por ejemplo, el supersoldado nazi Cráneo Rojo, el peor enemigo del Capitán América, es el Presidente de los Estados Unidos (algo que poco difiere de los tiempos actuales). Los autores nos muestran a un Lobezno derrotado que no tiene interés en luchar, ni siquiera en sacar las garras a pasear, hasta que se ve obligado a ello. Una historia que se convirtió en uno de los grandes best-sellers de la Marvel del siglo XXI y que ha inspirado la película Logan (2027), el film de James Mangold que supuso la despedida de Hugh Jackman interpretando el personaje… hasta el año pasado.
Sin embargo, el genero postapocalíptico es maleable y se puede volver a él con los mismos personajes y de diferentes formas. Es precisamente lo que el guionista Jonathan Hickman y el dibujante Greg Capullo han hecho con Lobezno: Venganza. En esta miniserie de cinco entregas, el mundo ya no tiene electricidad después de que Magneto provocase un pulso electromagnético (no inserten bromas sobre el apagón, por favor). Cuando Lobezno buscaba encontrar la solución al problema junto al Capitán América y el Soldado de Invierno, los tres héroes son de repente víctimas de un mortífero ardid… Desde ese mismo momento, Logan sólo tendrá un objetivo en mente: Recorrer las ruinas de la tierra con el fin de acabar con sus enemigos.
Un cómic que recuerda poderosamente a Kill Bill ambientando en un universo de desastre y que podéis encontrar en dos ediciones: Normal y Red Band. ¿Qué diferencia hay? La Red Band es una excusa para mostrar sangre y vísceras sin problema. Y es que el cómic sirve para mostrar el regreso triunfal de Greg Capullo a la editorial. El ilustrador, que ha tenido una carrera triunfal con personajes de la talla de Spawn o Batman, está de vuelta en Marvel y el argumento es un pretexto para dejarle plasmar su arte sin ningún tipo de censura. Afortunadamente, Hickman, un escritor de calidad, lejos de ofrecer su mejor trabajo, presenta un guion solido y emocionante digno del mejor de los blockbusters. Las cinco entregas de la miniserie ya están disponibles en formato grapa.
Algunos apuntes de esta semana:
Cada semana observo también dos formas de apocalipsis muy diferentes en Netflix con la adaptación televisiva de El eternauta (un auténtico sorpresón) y la segunda temporada de The Last of Us (cada vez más decepcionante).
También he visto Los últimos días, peli del mismo género que merece la pena sólo por la pelea del siglo: José Coronado contra un oso en una iglesia.
Sorprendente que hablando de mundos postapocalípticos no haya dado la chapa con la saga Fallout, pero he escrito tanto sobre ella durante mis años universitarios que ya estoy quemado.
La canción de la semana va acorde con la temática de NL. Os dejo con The Parish of Space Dust, de Gorillaz.
Ha vuelto Nathan Fielder a Max con la segunda temporada de su serie Los ensayos. Una locura muy recomendable.
En el momento que escribo esto ya se ha elegido un nuevo Papa. Un buen momento para ver Conclave y The Young Pope/The New Pope.